sábado, 1 de diciembre de 2012

TARTA SELVA NEGRA


Antes de ayer fue el cumpleaños de mi marido y quise sorprenderle con esta deliciosa tarta, ya que es un chocolatero empedernido.  Ni yo misma podía creerme cómo me quedó cuando la vi terminada y es que he de confesar que como repostera soy una novata perdida, a lo que he de sumar que me pongo muy nerviosa cuando cocino algo dulce porque en lo salado me veo más segura.  Pero esta vez respiré hondo y templando el ánimo me puse en ello.  Este es el resultado y os aseguro que todavía estoy alucinada de mí misma. ¡Estoy aprendiendo!

TARTA SELVA NEGRA

Los ingredientes que necesité para el bizcocho fueron:

·         8 huevos
·         200 grs. de azúcar
·         200 grs. de chocolate de cobertura
·         1 c.p. de extracto de vainilla
·         150 grs. de harina
·         1 c.c. de crémor tártaro
·         1 pizca de sal

El almíbar para bañar el bizcocho lo hice con:

·         100 grs. de agua
·         100 grs. de azúcar
·         2 c.s. de aguardiente de cerezas

Para el relleno, cobertura y decoración utilicé:

·         1 tarro de mermelada de cerezas La Vieja Fábrica
·         600 ml. de nata para montar
·         6 c.s. de azúcar
·         Cerezas en aguardiente
·         1 tableta de chocolate negro (150 grs.)

Primero separé las claras de las yemas; batí las primeras con la cucharadita de crémor y la sal hasta obtener un punto de nieve fuerte (es mucho mejor si las claras están a temperatura ambiente y también si el recipiente está algo caliente), reservé.  Derretí el chocolate al baño maría y dejé entibiar.  Mientras, batí las yemas con el azúcar y el extracto de vainilla hasta que triplicaron su volumen. Añadí el chocolate fundido.  A continuación, la harina tamizada, poco a poco.  Aquí la masa adquirió una consistencia bastante dura, pero esto se resolvió al ir añadiéndole poco a poco, con la espátula de silicona y con movimientos envolventes, de fuera a dentro, las claras que tenía reservadas.  Una vez bien ligada la masa, la vertí en un molde desmontable de 23 cm., forrado con papel de hornear.  Introduje en el horno, precalentado a 180º y dejé hacer (en mi horno, 60 min.).  Una vez listo, lo saqué y dejé enfriar sobre una rejilla.

Mientras fui haciendo el almíbar: en un cazo puse a cocer a fuego suave el agua, el azúcar y el aguardiente unos 15 minutos, hasta que adquirió una consistencia algo más espesita.  Lo del aguardiente de cerezas es algo muy típico por aquí: en época de cerezas se suelen meter en frascas de cristal y rellenar con aguardiente, así maceran durante varios meses y son un bocado delicioso en las fiestas navideñas y el resto del año (si quedan).

También fui preparando el relleno: en un bol vertí el tarro entero de mermelada de cerezas y lo aligeré con un poco de agua pues estaba muy cuajado y lo puse más ligerito para poder extenderlo.

Monté la nata con el azúcar, para esto sí que es mejor tener muy fríos tanto la nata como el recipiente y las varillas, así que yo suelo meterlos en el frigorífico un buen rato antes.

Con un cuchillo afilado, rallé toda la tableta de chocolate, sacándole virutas, más gruesas para la parte superior y más pequeñas para el contorno.

Con todo listo para montar la tarta, crucé los dedos y me puse al lío:  empecé cortando el bizcocho en tres pisos, con ayuda de este artilugio superchulo que ya había visto en alguna videoreceta y que conseguí encontrar en Makro. 



En el plato de presentación centré el aro del molde, introduje el primer disco de bizcocho y lo emborraché con el almíbar (ojo, hay que emborrachar bastante pues el bizcocho al no llevar levadura es bastante compacto); por encima dispuse una capa de mermelada de cerezas (agoté toda); coloqué el segundo disco de bizcocho, lo emborraché; a continuación, una buena capa de nata montada; coloqué el último disco, lo emborraché y, para terminar, por encima, una buena capa de nata montada.

Retiré el aro del molde y tapé todo el contorno con nata. Con la manga pastelera, hice unos montículos (para colocar las cerezas encima).  Coloqué las virutas por encima y por todo el lateral y, por último, las cerezas. ¡Uahhhhhh, por fin la terminé! ¡Y sin ningún contratiempo! ¡Y qué bonita me quedó! ¿No os parece?  Mi familia sólo decía: “¡ohhhhhh!” y “¡uhmmmmmm!”. Y yo, más feliz que una perdiz.

Aquí una fotillo del corte para que lo veáis bien.




Y para terminar, quiero agradecerles a Inma y a Mª José todos los ánimos que me han dado para la elaboración de esta tarta, ambas saben de mis cuitas en el mundo reposteril, ¡gracias, chicas!

5 comentarios:

JL Gupanla dijo...

Alucinada de ti misma???, ja, ja....halaaaa que pinta!!, Jose estará bien contento, de repostera total!!, y con aro de corte, manga pastelera....yo quiero!!
perfecta!!
Besossss, y felicidades al cumpleañero!!

Susana dijo...

Tew ha quedado de 10! vaya corte! seguro que estaba deliciosa! felicidades a tu marido. Buen finde. bss

María José Andreu Granados dijo...

BUENOS DÍAS¡¡¡¡¡¡¡

jolín ya te he escrito en tú muro pero madre mía que tarta además del bizcocho super esponjoso te ha quedado impresionante, que rica y que pedazo corte otro día me bajo pa tu casa a tomar un cachito y un cafelín.
felicita otra vez a tú marido, bueno y a la repostera que ha hecho una tarta pa chuparse los dedos.
besosssssss guapaaaaaaaa
feliz domingo

Inmaculada dijo...

Que respirastes hondo, pero bien hondo, porque chica te ha quedado de ¡¡¡PERFECTA REPOSTERA!!!.
Además yo puedo decir que estaba de escandalo, como vivo cerquita, un buen trozo fué para mi.
Lupe yo se lo nerviosa que estabas, pero desde luego te puedes relajar a partir de ahora, porque, ¡¡¡la has bordado!!! Besos guapa.

la cocina de frabisa dijo...

Pues tienes razón, te ha quedado muy chula y seguro que tu marido, estará encantado, menuda tartita tan rica que le has preparado, te felicito.

un besazo, guapísima