domingo, 24 de febrero de 2013

TARTA DE CRÈPES CON CREMA DE CHOCOLATE A LA NARANJA Y DULCE DE LECHE




24 de febrero, San Sergio, hoy es el santo de mi hijo y como aparte de los gofres es un loco de las crèpes quise sorprenderle con esta rica Tarta de crèpes con crema de chocolate a la naranja y dulce de leche.

Para la crema de chocolate necesité:

·         175 grs. de chocolate de cobertura (usé de la marca Aro, del Makro)
·         400 ml. de nata de cocinar
·         Un buen chorrete de licor triple seco

En un cazo herví un poco el licor para que evaporara el alcohol, añadí la nata y después, el chocolate.  Con las barillas removí hasta su completa disolución y dejé que espesara sin dejar de remover, aparté y dejé enfriar.

Para las crèpes necesité:

·         Media docena de huevos
·         1 taza de harina y algo más
·         200 ml. de nata
·         100 ml. de leche
·         2 cucharadas de esencia de vainilla
·         Media cucharadita de sal
·         2 cucharadas de azúcar glass

En un recipiente hondo incorporé todos los ingredientes y batí con las barillas, fui añadiendo harina hasta que la mezcla quedó líquida pero espesa.  La taza que utilicé como medida es la de desayuno, de unos 200 ml. de capacidad.  Dejé reposar un ratito.

En un sartén antiadherente derretí un poco de mantequilla, agregué un poco de la mezcla, moviendo la sartén en círculos para que ocupara toda la superficie, dando forma a la crèpe.  Una vez hecha por un lado, le di la vuelta para que se hiciera por el otro.  Aparté en un plato.  Así hice todo el resto de crèpes hasta agotar la mezcla, me salieron 12.  Para que no se pegaran a la sartén, pincelaba con mantequilla derretida antes de hacer cada una.


Una vez con todo listo, crépes, crema de chocolate y dulce de leche , procedí al montaje de la tarta: en el plato de presentación: puse una crèpe, la cubrí con crema de chocolate, otra crèpe, dulce de leche,…. y así fui intercalando hasta utilizar todas las crèpes.  Terminé cubriendo por encima y alrededor con el resto de la crema de chocolate, espolvoreé cacao en polvo por encima y adorné con unas avellanas caramelizadas.


Está divina de la muerte, vamos, para golosos empedernidos.

viernes, 15 de febrero de 2013

RED VELVET CAKE PARA SAN VALENTÍN




Tenía muchas ganas de hacer esta tarta ya que el año pasado se me resistió y la tenía como reto personal.  Es una pasada de tarta o, al menos, eso es lo que yo pienso, fanática total del queso en cualquiera de sus versiones.


La Red Velvet Cake es de origen norteamericano, y lo más llamativo es su intenso color rojo que parece ser que se obtiene de la reacción química entre la buttermilk y el chocolate en polvo que lleva la receta, aunque todo el  mundo le añade colorante rojo, en mi caso Sugarflair Poppy Red.


Bueno, vamos al lío, la receta es de Paula, de “Con las zarpas en la masa” aunque yo varié un poco la cantidad de azúcar porque me gusta notar la acidez del queso.  Los ingredientes:



·      240 ml. de buttermilk casera (añadimos 2 cucharadas soperas de limón a 240 ml. de leche entera y dejamos reposar 15 minutos, no os asustéis cuando veáis que se corta, es lo que se pretende)


·         125 grs. de mantequilla a temperatura ambiente


·         200 grs. de azúcar


·         2 huevos


·         280 grs. de harina


·         20 grs. de cacao en polvo (yo usé Valor)


·         1 cucharadita de postre de levadura Royal


·         1 cucharadita de moka de bicarbonato


·         1 cucharada sopera de esencia de vainilla


·         Colorante rojo



Con todos los ingredientes, nos ponemos manos a la obra: 



Mezclamos todos los ingredientes sólidos (harina, cacao, levadura y bicarbonato).  Batimos la mantequilla con el azúcar, añadimos los huevos y el aroma de vainilla, mezclamos y, por último, añadimos el colorante.  Integramos bien.



Añadimos un tercio de los ingredientes sólidos, tamizados, a la mezcla.  Batimos.  Añadimos la mitad de la buttermilk. Batimos.  Otro tercio de sólidos, el resto de la buttermilk y, para terminar, el resto de sólidos.  Mezclamos bien.



Vertemos la masa en un molde, bien untado con mantequilla y harina, o spray, o sólo con papel de hornear.  Yo en mi caso usé un molde con forma de corazón.  Introducimos al horno, precalentado a 180º, y cocer unos 40-50 min. a media altura.



Mientras, vamos a hacer la crema de queso para rellenar y cubrir, y el almíbar para emborrachar el bizcocho.



En un cazo ponemos a reducir medio vaso de azúcar, medio de agua y medio de licor de piruletas (esto ha sido antojo personal).



Para la crema de queso vamos a necesitar:



·         200 grs. de mantequilla a temperatura ambiente


·         400 grs. de queso de untar


·         150 grs. de azúcar glass


·         1 cucharada de esencia de vainilla.



Batimos el queso crema, añadimos la mantequilla, la esencia de vainilla y, por último, el azúcar glass. Reservamos.



Una vez que el bizcocho está listo, lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar completamente antes de rellenar.  Yo hice el bizcocho el día anterior, una vez frío lo envolví en film trasparente y lo dejé en el frigo toda la noche.



Vamos a rellenar y cubrir:  cortamos el bizcocho por la mitad con ayuda de un cuchillo o una segueta de repostería (si nos sale más alto, podemos cortarlo en tres partes iguales).   Colocamos el primer piso en el plato de presentación, lo emborrachamos con el almíbar, colocamos una buena capa de queso crema, colocamos el segundo piso, emborrachamos y cubrimos por encima y por todo el contorno.  Reservamos un poco de la crema de queso, metemos al frigo para que solidifique durante un rato y terminamos de cubrir con esta crema restante para darle el acabado final.  Adornamos a nuestro gusto, yo hice mis primeras rosas de fondant de nubes y me quedaron muy bonitas para ser las primeras:  derretí un puñado de nubes en el micro, les añadí el doble de su peso de azúcar glass y amasé hasta formar el fondant, lo teñí con un poco de colorante y di forma a los pétalos.  Las hojitas las hice con fondant teñido de verde (concesión de mi amiga Inma/Oliver a la malagueña), con la ayuda de un cortador con expulsor)

 

domingo, 3 de febrero de 2013

TARTA TRES CHOCOLATES PARA EL PEQUE DE LA CASA



Aunque bueno, ya le han caído catorce, pero no deja de ser el más peque.  Me pidió esta tarta, su favorita, ¿y cómo iba yo a negarle semejante deseo?  Tarta archiconocida, en modo normal o modo Thermomix, cómo yo no la tengo pues a tirar de varillas.

Esta tarta no necesita horno y se compone de cuatro capas: la base, de gallletas trituradas y tres pisos más de chocolate: uno negro, otro de chocolate con leche y el tercero, de chocolate blanco. 

Empezamos con la base: trituramos un paquete de galletas tipo maría hasta reducirlas a polvo, le añadimos unos 50 grs. de mantequilla a punto de pomada y mezclamos bien.  Colocamos la mezcla en el fondo de un molde desmontable y compactamos con el dorso de una cuchara.

Vamos a por el resto de los pisos:

En un cazo vertemos 1/4 litro de leche, 200 ml. de nata, 50 grs. de azúcar y 150 grs. de chocolate negro. Con ayuda de las varillas vamos derretiendo el chocolate y homogeneizando la mezcla. En un vasito vertemos unos dos dedos de leche y disolvemos un sobre de cuajada.  Cuando la leche empiece a hervir, retiramos del fuego y añadimos el vaso con la cuajada disuelta.  Volvemos a poner al fuego hasta que rompa de nuevo a hervir.  Retiramos y vertemos sobre la base de galletas (un truco para que no rompa la base al caer es interponer una cuchara y verter sobre el dorso, cae con menos fuerza y se va extediendo mejor).  Ahora toca dejar que se enfríe un poco y que cuaje.  Aprovechamos para fregar los cacharros que vamos a volverlos a utilizar para los otros dos pisos.

Para los pisos de chocolate con leche y blanco volvemos a repetir la misma operación.  No es una tarea complicada pero sí lenta, porque requiere sus tiempos para enfriar.  Cuando ya hemos vertido la última capa, en mi caso, de chocolate blanco (porque se pueden alternar las capas al gusto), podemos decorar; yo, esta vez, he utilizado conguitos y le he hecho de manera más o menos decente, su dibujo para youtube, Skinpotato.

Sólo queda meter en el frigorífico, mejor de un día para otro, y la tarta quedará firme y prieta y lista para meterle el cuchillo y disfrutar como enanos.